«[Mercedes] se coló en la sala de coworking, les pidió a Ferrovial la llave de una vivienda y, sin ningún tipo de documentación, se la entregaron, en concreto en el portal 44. Cuando ya tenía su llave, llegó a entrar en la vivienda, a comprar su arbolito de Navidad, pedir un tasador, presupuesto para cocina, etc.», escribe una residente en el grupo de WhatsApp de los vecinos. Otra vecina de la comunidad denuncia como habitual en esta promoción: «Dije en el coworking cuál era mi casa y me dieron las llaves sin tener que enseñar nada»
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Menuda abuela,
Como esta otra, pidiendo wisky para el roscón de Reyes
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