Este primer disparo contra la radiodifusión pública hay que contemplarlo en el contexto de una guerra creciente contra la prensa libre. A diferencia de medios comerciales más grandes, la NPR ha realizado un trabajo admirable con su cobertura del intento de golpe de Trump y no se ha andado con rodeos. Por ahora, Trump se ha centrado en los grandes medios de comunicación y ha logrado intimidar a muchos de los principales diarios para que se autocensuren.
|
etiquetas: usa , trump , fascismo , servilismo mediático
Del artículo: «Jeff Bezos, propietario de The Washington Post, tiene otros intereses empresariales y no ha tenido ningún pudor en hacerle la pelota a Trump. The New York Times ha perseguido una patética «objetividad», frente a un fascismo incipiente. L.A. Times se ha mostrado abyectamente pro-Trump. Y las cadenas de televisión comerciales, todas ellas con otros intereses de negocios que proteger, han intentado diversas formas de apaciguamiento.»