Roxy Sykes, una londinense de 33 años, se dio cuenta de que podía entrar en la industria del fetichismo de pies, por la puerta grande, después de que un admirador se quedara prendado con la belleza de sus pinreles. Esta gestora inmobiliaria decidió crear una página de Instagram para ver cuánto interés demostraban los usuarios por sus pies y, tras alcanzar más de 10.000 seguidores en un mes, decidió “escuchar” a sus fans y se lanzó al negocio de la venta por internet.
|
etiquetas: calcetines , usados , malolientes