Lo que vemos ahora es la crisis de la identidad europea, una crisis de la modernidad. Las corrientes relativistas cuestionaron esa fusión que se hizo en la etapa final del Imperio romano, a partir del trabajo de los benedictinos. Hoy cuestionamos lo más característico de Europa, que es evidentemente sus raíces cristianas. ¿Qué provoca ese rechazo? Genera una desazón que lleva a la expresión máxima de la decadencia: hemos dejado de reproducirnos porque no estamos interesados en nuestra propia cultura.
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Destruir las comunidades alrededor de la religión, al igual que toda comunidad ajena a los principios de mercado es lo natural en un sistema que promueve el individualismo, la competición y la transformación de los ciudadanos en consumidores. La parroquia no es rentable, los pastos comunales no son rentables, el sindicato no es rentable... la familia no es rentable. No se puede extraer valor cuando el "trabajo" se dedica de forma colectiva a generar cultura, espiritualidad, servicios o bienes cuando nacen de lazos altruistas.
Si tan interesado está en preservar la cultura cristiana que envíe plagas, destruya ciudades y masacre poblaciones enteras de infieles.
De acuerdo a los libros mágicos ya lo ha hecho otras veces, tiene experiencia en exterminar a quien no le gusta.
Yo me debato también entre los principios racionales y los intangibles de la religión, que funcionan más como intuiciones que como certezas.
De todas formas, este tema no está zanjado. Hay un libro, que recomiendo, que se titula "Dios, la ciencia, las pruebas".… » ver todo el comentario
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La certeza íntima del existencia de algo superior (por llamarlo así), esa fe mística...pues a mi me ha llegado a ratos. Va y viene. Pero el sentimiento místico es transversal a todas las religiones, y no es necesario ser religioso y su descripción es más o menos consistente.
Y me hago viejo y me parece que los principios católicos son de lo más razonables, en comparación con cualquier ideología posmoderna.
Los principios catolicos dentro de todo lo que hay para elegir, son los mas razonables, pero siguen quedandose cortos para las aspiraciones que tenemos. Esos principios ya han dejado un poso, para mal o para bien. La unica manera de que la sociedad vuelva a abrazar el cristianismo como antaño pero con renovadas fuerzas, es a través de un evento religioso catartico colectivo a diferentes niveles que confluya en un solo movimiento religioso y cultural.