Os apuesto a que JFD nunca apuntará a Eme Punto Rajoy, el personaje insondable. Os apuesto a que lo condenarán duramente. Os apuesto a que, poco después, el traidor ángel Marcelo le transmitirá una enfermedad incurable por la que tendrá que ser excarcelado. Y os apuesto que lo veremos muchos años más, aparcando por Barcelona, con su ángel Marcelo de copiloto y una enfermedad incurable que no lo matará nunca.
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