En España, la Iglesia Católica ha registrado a su nombre más de 100.000 inmuebles en el Registro de la Propiedad, consolidándose como el mayor propietario inmobiliario del país. Esta vasta cantidad de propiedades incluye desde templos y edificios religiosos hasta fincas, viñedos, plazas, locales comerciales y viviendas. La cifra sobrepasa de manera notable las propiedades de otros grandes propietarios, como el Estado, las administraciones autonómicas y municipales, e incluso los fondos de inversión más influyentes.