La carne cubre el hueso
y dentro le ponen un cerebro
y a veces un alma,
y las mujeres arrojan
jarrones contra las paredes
y los hombres beben demasiado,
y nadie encuentra al otro,
pero siguen buscando,
de cama en cama.
La carne cubre el hueso
y la carne busca
algo más que carne.
No hay ninguna posibilidad:
estamos todos atrapados
por un destino singular.
Nadie encuentra jamás al otro.
Los tugurios,
se llenan,
los vertederos,
se llenan,
los manicomios,
se llenan,
los hospitales,
se llenan,
las tumbas,
se llenan,
nada más se llena.
Charles Bukowski
Soy el viento en el mar;
Soy la ola del océano;
Soy el toro de siete batallas;
Soy el águila en la roca;
Soy un destello del sol;
Soy la más bella de las plantas;
Soy un fuerte jabalí;
Soy un salmón en el agua;
Soy un lago en la llanura;
Soy una cima fortificada;
Soy la palabra del conocimiento;
Soy la cabeza de la lanza en batalla;
Soy el dios...
... que pone fuego en la cabeza;
... que suaviza la montaña pedregosa;
... que puede decir las edades de la luna;
... que que proclama dónde descansará el sol;
... a quién sonríen esas olas;
... que afila espadas en una fortaleza asolada por la peste;
Lamento de las armas... Lamento del viento.
En algún momento del siglo XII, en algún lugar de Irlanda, un escriba, que escribía en irlandés, incluyó un poema del siglo IX en su manuscrito Lebor Gabála Érenn [El libro de las invasiones], una historia de Irlanda y los irlandeses desde la creación del mundo hasta la Edad Media. El poema, ahora conocido como "La canción de Amergin", es una estrofa de veinte versos sin rima en una forma poética del irlandés antiguo que utiliza la aliteración y la métrica conocida como "rosc". Amergin, el líder de la invasión milesia, recita espontáneamente este poema mientras vadea la orilla con sus ocho hermanos y un gran grupo de guerreros de uno de los treinta y seis barcos milesios que llegaron a la bahía de Ballinskelligs, en algún momento alrededor de Beltaine, [principios de mayo] durante la edad de bronce. La mitología venacular hace de éste el primer poema pronunciado en lengua irlandesa.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Poema XV - Pablo Neruda
“Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.”
Becquer
Reptan despacio
caracoles fakires
sobre los cardos.
Un hombre se dedicaba
a contar granos de arena
de un reloj que se encontraba
encadenado a su pierna.
El reloj le obsesionaba
lo observaba noche y día
cada grano escudriñaba
buscando en él su utopía.
Y es que antaño una hechicera
le había profetizado
que, entre tanta arena yerma
una estrella había anidado.
Y si sabía buscarla
en su desierto de cristal
eclosionaría en alba
de brillante luz celestial.
En la sombra de su torre
el hombre desesperaba
pues el mismo oscuro cobre
cada grano coloreaba.
Una tarde, como tantas,
bajó al pueblo más cercano
buscando adquirir viandas
para su encierro ermitaño.
Se desató una tormenta
que le obligó a refugiarse
en la venta de la aldea
hasta que al fin amainase.
Durmió allí y, a la mañana
despertó sobresaltado
su viejo reloj brillaba
cual orbe de luz dorado.
Cada grano era una estrella
y el reloj un universo
oprimido en la trémula
mano del hombre perplejo.
Un rayo de sol ya toca
las esferas transparentes
y con su luz contagiosa
cada grano muerto enciende.
Cada grano era una estrella
con sed de luz simplemente
soñando en su larga espera
hilos de oro y blanca nieve.
Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
la pierden y te culpan a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptas que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no incurres en el odio.
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso,
y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,
tergiversada por villanos para engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.
Si puedes apilar todas tus ganancias
y arriesgarlas a una sola jugada;
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados,
y así resistir cuando ya no te queda nada
salvo la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!".
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
O caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto,
con sesenta segundos de diligente labor
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío!
La versión original:
Está es la ley de la selva, tan vieja y verdadera como el cielo.
El lobo que la respete prosperará, pero el que la viole habrá de morir.
Como la enredadera que abraza al tronco, la ley avanza y vuelve atrás.
Porque la fortaleza de la manada es el lobo, y la del lobo, la manada.
[...]
El libro de la selva, Rudyard Kipling (1865-1936)
Now this is the Law of the Jungle, as old and as true as the sky.
And the Wolf that shall keep it may prosper, but the Wolf that shall break it must die.
As the creeper that girdles the tree-trunk the Law runneth forward and back.
For the strength of the Pack is the Wolf, and the strength of the Wolf is the Pack.
[...]
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas,
una oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor.
La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
Jorge Luis Borges
A veces también se me acaban las sonrisas para ti, a veces también se me acaban las ganas de escribirte. Pero te quiero, ojalá lo entiendas, siempre te quiero, pero a veces mis abrazos no tienen calor y mi boca no sabe que decir… Pero te quiero, siempre te quiero, cuando no te convengo, cuando no me soportas, cuando te odio, te quiero.
Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
En su memoria... Tu vives, de tus asesinos no quedará ni el nombre
Pafman
La historia de la melancolía
nos incluye a todos.
Me retuerzo entre las sábanas sucias
mientras fijo mi mirada
en las paredes azules,
y nada.
Me he acostumbrado tanto a la melancolía,
que la saludo como a una vieja amiga.
Ahora tendré 15 minutos de aflicción
por la pelirroja que se fue,
se lo diré a los dioses.
Me siento realmente mal,
realmente triste,
entonces me levanto
PURIFICADO
aunque no haya resuelto nada.
Hay algo mal en mí
además de la melancolía.
Charles Buboswqui
Con diez cañones por banda,
viento en popa, á toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
mi velero bergantín:
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido,
del uno al otro confin.
La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia á un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Stambul[1]:
«Navega, velero mio,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo á torcer alcanza,
ni á sujetar tu valor.
»Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.»
»Que es mi barco mi tesoro,
Que es mi Dios la libertad,
Mi ley, la fuerza y el viento,
Mi única patria, la mar.
»Allá muevan feroz guerra,
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo tengo aquí por mio
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
»Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.»
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
»A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
como vira y se previene,
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
»En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
Que es mi dios la libertad,
Mi ley, la fuerza y el viento,
Mi única patria, la mar.
»¡Sentenciado estoy á muerte!
Yo me rio;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.
»Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la dí,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
Que es mi dios la libertad,
Mi ley, la fuerza y el viento,
Mi única patria, la mar.
»Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
»Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por la mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar
… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará nostáljico…
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.
Tomado de «Corazón en el viento», en Poemas agrestes, 1910-1911
Después de algún tiempo aprenderás la diferencia
entre dar la mano y socorrer un alma.
Y aprenderás que amar no significa apoyarse,
y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzaras a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas…
Comenzaras a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente,
con la gracia de un adulto y no con la tristeza de un niño.
Y aprenderás a construir hoy tus caminos,
porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos,
y el futuro tiene la costumbre de caer al vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado…
Aceptarás que incluso las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitaras perdonarlas…
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma…
Descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla.,
Y que tú también podrías hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida.
Aprenderás que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias.
Y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida.
Y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos,
si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo
haciendo cualquier cosa o nada, solo por el placer de disfrutar su compañía…
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan
y por eso debemos decir a esas personas que las amamos,
porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea, tienen influencia sobre nosotros,
pero somos nosotros los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzaras a aprender que no nos debemos comparar con los demás,
salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que lleva mucho tiempo el llegar a ser la persona que quieres ser,
y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa adonde llegaste, sino donde te diriges y no lo sabes,
cualquier lugar sirve…
Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlaran.
Que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad,
porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario,
enfrentando las consecuencias.
Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica…
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando caigas,
tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.
Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido,
de las experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones…
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías,
porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si se lo creyese,
porque le estarías quitando la esperanza…
Aprenderás que cuando sientes rabia tienes derecho a tenerla,
pero eso no te da el derecho de ser cruel.
Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres,
no significa que no te ame con todo lo que puede,
porque hay personas que nos aman pero no saben cómo demostrarlo…
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien,
algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo…
Aprenderás que con la misma severidad con la que juzgas.
también serás juzgado y en algún momento condenado…
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió,
el mundo no se detiene para que lo arregles…
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás,
por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma,
en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Entonces sabrás que realmente puedes soportar, que eres fuerte,
Y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas
cuando creías que no se podía más…
¡La vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla!
..William Shakespeare.
A la sombra de mi sombra
me estoy haciendo un sombrero;
sombrero de largas pajas
que he recogido del suelo.
Lo haré con el ala ancha,
que casi llegue hasta el cielo
pa' muchas veces no ver
las cosas que ver no quiero.
No quiero ver injusticias ni miserias;
no quiero ver militares ni princesas;
no quiero ver dictaduras ni pobrezas;
no quier ver religiones ricas, ni reinas.
Que sólo quiero yo ver a los pobres sin miseria;
a los ricos sin dinero desnudos en esta tierra;
a infinitos corazones unidos por el amor
y unidos contra la guerra.
A la sombra de mi sombra
me estoy haciendo un sombrero
pero voy a dejar de hacerlo
para luchar con dos güevos.
Manolo Chinato
Para celebrar la vida
-o para olvidarte de ella
si te enseña los colmillos-,
no hay nada mejor que un bar.
En su interior,
se dan cita los solitarios empedernidos,
y los que temen a la soledad,
los que no quieren volver a casa
y los que no saben dónde ir.
Todos encuentran su sitio.
Ni el amor ni la amistad,
sin un bar, sería lo mismo.
No hay infierno personal,
que no haga más llevadero,
ni instante de felicidad,
que no arrebate al olvido.
Además,
para no pasar de largo,
no te faltarán motivos:
que te aburres de tu sombra,
vas al bar;
que el mundo se va al carajo…
otro vino.
Karmelo C. Iribarren
Nadie puede salvarte sino
tú mismo.
te verás una y otra vez
en situaciones
casi imposibles.
intentarán una y otra vez
por medio de subterfugios, engaños o
por la fuerza
que renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente
por dentro.
nadie puede salvarte sino
tú mismo
y será muy fácil desfallecer,
pero muy fácil,
pero no desfallezcas, no, no.
limítate a mirarlos.
escucharlos.
¿quieres ser así?
¿un ser sin cara, sin mente,
sin corazón?
¿quieres experimentar
la muerte antes de la muerte?
nadie puede salvarte sino
tú mismo
y mereces salvarte.
no es una guerra fácil de ganar
pero si algo merece la pena ganar,
es esto.
piénsalo.
piensa en salvarte a ti mismo.
tu parte espiritual.
la parte de tus entrañas.
tu parte mágica y ebria.
sálvala.
no te unas a los muertos de espíritu.
mantente
con buen talante y garbo
y al cabo,
si fuera necesario,
apuesta tu vida en plena refriega,
al carajo las probabilidades, al carajo
el precio.
nadie puede salvarte sino
tú mismo.
¡Hazlo! ¡sálvate!
entonces sabrás exactamente de
qué hablo.
Vicente Huidobro fue un escritor chileno creador de una vanguardia literaria llamada creacionismo. Incluso antes de Apollinaire, Huidobro ya había realizado algunos caligramas. Triángulo armónico es uno de los caligramas más conocidos del autor.
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho, tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas,
nadaría más ríos.
Iría a más lugares a donde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás,
trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
solo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años…
y sé que me estoy muriendo.
Poema atribuido a Jorge Luis Borges
El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.
¿qué culpa tiene el burro de ser burro?
En el pueblo del burro no hay escuela.
El burro se pasa la vida trabajando,
tirando de un carro,
sin pena ni gloria,
y los fines de semana
atado a la noria.
El burro no sabe leer,
pero tiene memoria.
El burro llega el último a la meta,
¡pero le cantan los poetas!
El burro duerme en cabaña de lona.
No llamar burro al burro,
llamarle “ayudante del hombre”
o llamarle persona.
(Gloria Fuertes.)
Sólo tú enciendes mi pecho
dulce mar embravecida
solo tu espuma de hielo
despierta mi fe marchita.
-
Tú sabes que el prisionero
tan solo tiene su vida
para romper su destierro
y hacer canto su desdicha.
-
Y lanzas tu brazo fiero
contra la muralla impia
que intenta matar tu sueño
de besar la arena tibia.
-
Tu cuerpo se hace destello
cuando la roca maldita
destroza tu piel de cielo
bebiendo tu esencia herida.
-
En ti no existe el lamento
solo la fuerza más viva
que te recobra al momento
y te alza ante tu enemiga.
-
Cuando en la playa contemplo
la roca ya tan hendida
por tu coraje de hierro
resurge al fin mi sonrisa.
-
Porque tu ferviente anhelo
tu divina rebeldia
ante mí están destruyendo
la piedra dura y curtida.
-
Agua frente a roca fría
dolor y sometimiento
frente al terror utopía
y ante la muerte...deseo.
Quiero una casa edificar
como el sentido de mi vida.
Quiero en piedra mi alma dejar
erigida.
Quiero labrar mi eremitorio
en medio de un huerto latino,
latín horaciano y grimorio
bizantino.
Quiero mi honesta varonía
transmitir al hijo y al nieto,
renovar en la vara mía
el respeto.
Mi casa como una pirámide
ha de ser templo funerario.
El rumor que mueve mi clámide
es de Terciario.
Quiero hacer mi casa aldeana
con una solana al oriente,
y meditar en la solana
devotamente.
Quiero hacer una casa estoica
murada en piedra de Barbanza,
la casa de Séneca, heroica
de templanza.
Y sea labrada de piedra;
mi casa Karma de mi clan,
y un día decore la hiedra
SOBRE EL DOLMEN DE VALLE-INCLÁN.
No son más silenciosos los espejos,
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino,
te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad,
tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano.
Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás.
Eres el dueño de un ámbito
cerrado como un sueño.
Jorge Luis Borges
menéame