La belleza de la palabra
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Perdido (2010)

Un corazón perdido

en un camino nuevo

donde nadie sabe dónde ir

porque camino es sendero.

Un sendero que puede llevar

a ninguna parte.

A ninguna parte.

Miedo.

Corazón.

Qué miedo nos trae vivir

cuando la vida es tan corta.

Mira esos aviones,

escucha ese sonido,

esconde tu cuerpo,

tu corazón.

Guerra.

Qué miedo.

Amar no significa nada

cuando tu vida se rompe

en pedazos. Guerra.

Y ya no hay nada que sentir.

Mi corazón late un poco,

todavía.

Ahora menos.

Y ahora nada.

Guerra.

Muerte.

Un corazón perdido.

(ContinuumST. 2010.)

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Risa y sonrisa

Cuando me hablan de felicidad

siempre hablo de sonrisas,

palabra inmensa la primera

pequeña coda la segunda,

apéndice involuntario,

fuera de moda.

La segunda.

Incluso una risa

o risotada involuntaria,

placer real y físico.

Felicidad, palabra torcida

llevada al extremo

sin aparente baremo.

Sonrisa, franca y sin dobleces.

Risa, escapada mental

que barrunta la risotada.

Risotada, incontinencia feliz.

Felicidad, palabra truncada

sin contenido aparente.

Ampulosa y vacía.

 

ContinuumST. Enero 2001

 

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Oda a los trenes del Sur

TRENES del Sur, pequeños

entre

los volcanes,

deslizando

vagones

sobre

rieles

mojados

por la lluvia vitalicia,

entre montañas

crespas

y pesadumbre

de palos quemados.

Oh

frontera

de bosques goteantes,

de anchos helechos, de agua,

de coronas.

Oh territorio

fresco

recién salido del lago,

del río,

del mar o de la lluvia

con el pelo mojado,

con la cintura llena

de lianas portentosas,

y entonces

en el medio

de las vegetaciones,

en la raya

de la multiplicada cabellera,

un penacho perdido,

el plumero

de una locomotora fugitiva

con un tren arrastrando

cosas vagas

en la solemnidad aplastadora

de la naturaleza,

lanzando

un grito

de ansia,

de humo,

como un escalofrío

en el paisaje!

Así

desde sus olas

los trigales

con el tren pasajero

conversan como

si fuera

sombra, cascada o ave

de aquellas latitudes,

y el tren

su chisperío

de carbón abrasado

reparte

con oscura

malignidad

de diablo

y sigue,

sigue,

sigue,

trepa el alto viaducto

del río Malleco

como subiendo

por una guitarra

y canta

en las alturas

del equilibrio azul

de la ferretería,

silba el vibrante tren

del fin del mundo

como

si

se despidiera

y se fuera a caer donde

termina

el espacio terrestre,

se fuera a despeñar entre las islas

finales del océano.

Yo voy contigo,

tren, trepidante

tren

de la frontera:

voy a Renaico,

espérame,

tengo que comprar lana en Collipulli,

espérame, que tengo

que descender en Quepe,

en Loncoche, en Osorno,

buscar piñones, telas

recién tejidas, con olor

a oveja y lluvia...

Corre,

tren, oruga, susurro,

animalito longitudinal,

entre las hojas

frías

y la tierra fragante,

corre

con

taciturnos

hombres de negra manta,

con monturas,

con silenciosos sacos

de papas de las islas,

con la madera

del alerce rojo,

del oloroso coigue,

del roble sempiterno.

Oh tren

explorador

de soledades,

cuando vuelves

al hangar de Santiago,

a las colmenas

del hombre y su cruzado poderío,

duermes tal vez

por una noche triste

un sueño sin perfume,

sin nieves, sin raíces,

sin islas que te esperan en la lluvia.

inmóvil

entre anónimos

vagones.

Pero

yo, entre un océano

de trenes,

en el cielo

de las locomotoras,

te reconocería

por

cierto aire

de lejos, por tus ruedas

mojadas allá lejos,

y por tu traspasado

corazón que conoce

la indecible, salvaje,

lluviosa,

azul fragancia!

PABLO NERUDA

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Para siempre

Nunca llegué a mirarte

con ojos distantes de amigo

porque sentía ser parte

de tu abrazo sin abrigo.

Tu sonrisa siempre ahí

en ese lugar mágico

de esa alegría interior,

tu belleza a flor de piel

incluso en aquella cama

coronada de tubos,

de fluidos vitales.

Incluso tu palidez

se veía eclipsada

por una sonrisa perfecta.

No parecías enferma

y el brillo de tus ojos

parecía eterno.

Aquella noche te abracé

entre tubos

y máquinas

que dejaron de sonar

por ti.

Para ti.

En ti.

Y te fuiste

para siempre.

(Enero 2010. ContinuumST.)

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Memorándum

Uno llegar e incorporarse el día

Dos respirar para subir la cuesta

Tres no jugarse en una sola apuesta

Cuatro escapar de la melancolía

Cinco aprender la nueva geografía

Seis no quedarse nunca sin la siesta

Siete el futuro no será una fiesta

Y ocho no amilanarse todavía

Nueve vaya a saber quién es el fuerte

Diez no dejar que la paciencia ceda

Once cuidarse de la buena suerte

Doce guardar la última moneda

Trece no tutearse con la muerte

Catorce disfrutar mientras se pueda.

Mario Benedetti

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sin título: un poema de Marina Tsvetaeva

А следующий раз — глухонемая

Приду на свет, где всем свой стих дарю, свой слух дарю.

Ведь всё равно — что говорят — не понимаю.

Ведь всё равно — кто разберёт? — что говорю.

Бог упаси меня — опять Коринной

В сей край придти, где люди твёрже льдов, а льдины — скал.

Глухонемою — и с такою длинной —

— Вот — до полу — косой, чтоб не узнал!

Traducción: al ingles por Karina McCorkle y al castellano con DeepL

Y la próxima vez, un sordomudo,

vendré a un mundo donde les daré un poema a todos, les daré a todos mi oído.

De hecho, es lo mismo, lo que dicen, no lo entiendo.

De hecho, es lo mismo -¿quién puede entenderlo?- lo que digo.

Dios me lo permita, Corinna

llega de nuevo a esta región, donde la gente es más dura que el hielo, los témpanos de hielo más duros que los acantilados.

Como una sordomuda, con una

trenza tan larga, ¡hasta el suelo!, mientras

no la reconocieras.

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Yo voy soñando caminos

Yo voy soñando caminos

de la tarde. ¡Las colinas

doradas, los verdes pinos,

las polvorientas encinas!...

¿Adónde el camino irá?

Yo voy cantando, viajero

a lo largo del sendero...

-la tarde cayendo está-.

"En el corazón tenía

"la espina de una pasión;

"logré arrancármela un día:

"ya no siento el corazón".

Y todo el campo un momento

se queda, mudo y sombrío,

meditando. Suena el viento

en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;

y el camino que serpea

y débilmente blanquea

se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:

"Aguda espina dorada,

"quién te pudiera sentir

"en el corazón clavada".

Antonio Machado

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¿Qué es delito?

¿Qué es delito?

Es la sangre convertida en mito,

es la puerta abierta del que implora,

es la carne saciando su apetito

cuando otra carne devora;

es la risa de los hombres 

mientras la ley llora.

Feindesland. 1994.

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Poema - Si ya no vienes

Si ya no vienes, ¿para qué te aguardo?

Y si te aguardo, di por qué no vienes,

verde y lozana zarza que mantienes

sin consumirte el fuego donde ardo.

Cuánto tardas, amor, y cuánto tardo

en rescindir los extinguidos bienes.

Ya quién me salve no lo sé, ni quienes

clavan el alma dardo sobre dardo.

A la mañana, que se vuelve oscura,

sigue la noche, que se vuelve clara

a solas con tu sed, que hiere y cura.

No quisiera pensar si no pensara

que, privado que fui de tu hermosura,

me olvidara de mí si te olvidara.

Antonio Gala

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Haiku 6...

Ya nos reímos

con risas de mañana:

teme a esa deuda.

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La Higuera - Poemas de Juana de Ibarbourou

La Higuera - Poemas de Juana de Ibarbourou  

Poemas del alma.
"La Higuera" de Juana de Ibarbourou
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El miedo siempre...

El miedo siempre

atenaza al corazón,

que no es razón

es ánima.

Eso que nos anima

como las ánimas

en pena o en alegría.

Morir.

Tal vez soñar.

Soñar.

Tal vez morir.

Vivir.

Tal vez sentir.

Sentir.

Tal vez negar.

Morimos cada día

y despertamos

de un sueño eterno

cada día,

a cada hora,

a cada instante.

Una mente nos anima

como si fuéramos ánimas

portando antorchas

en un bosque infinito.

Solas y acompañadas.

Acompañadas y solas.

El miedo siempre

atenaza al corazón,

que no es razón

es ánima.

ContinuumST (Enero, 1999)

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Haiku 7....

Frontera plena

de contrabando:

la de la edad.

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Más verdad que la vida

En ese lugar lleno de barro

de miedo y anestesia

a bocajarro.

En lugares distantes

manchados de sangre al instante,

rima perdida

para mentes heridas.

Vida.

Tu vida,

latidos que valen poco.

Coge el fusil,

anuda las botas

antes de ser un cadáver

entre el barro inerte.

La guerra,

esa constante mentira

que es más verdad que

la vida.

ContinuumST 1999.

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Marga Clark: tres poemas

Marga Clark: tres poemas

Marga Clark es una estupenda fotógrafa y un meticulosa poeta. Acaba de publicar ’Olvidada de mí’ y ha tenido la cortesía de enviarme tres poemas. El libro se presentará en Madrid próximamente en compañía de Ángel Guinda. Marga, que debe su nombre a su tía Marga Gil Röesset, aquella escultora y pintora que se suicidó por amor a Juan Ramón Jiménez, y le dedicó una hermoso libro: ’Amarga luz’. La crónica de una revelación, de una sensibilidad, de un destino trágico.
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