Una de las historias de terror más famosas surgió de un simple desafío para matar el aburrimiento. En 1816, mientras visitaba a su amigo Lord Byron, y sin mucho que hacer debido a un incesante clima lluvioso, Mary Shelley creó la base de lo que sería su novela más famosa, Frankenstein. Esto ocurrió luego de que su anfitrión les propusiera a los presentes que cada uno escribiera una historia sobrenatural, como una manera de pasar el rato. La misma motivación se encuentra al centro de la película Scare Me, el largometraje debut de Josh Ruben.