La respuesta viene del siglo XIX y tiene que ver con los carruajes de caballos y también con la religión. No se podía votar un domingo pues ese era el día que la mayor parte de los ciudadanos usaban para ir a la iglesia. Tampoco podían ser los lunes pues los electores tendrían que viajar en carruaje el domingo hasta los centros de votación, algo que muchos no harían por tratarse del "día del Señor". Los miércoles usualmente era el día de los mercados agrícolas. Así que quedaba el martes.
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Lo de hispano, bueno, si no tienes nacionalidad no puedes votar, pero eso pasa en Europa también
No solo aquí están las cosas atadas y bien atadas
El día que descubran los puentes, les da un pasmo.
#7 Efectivanente, como se enteren les da un parranque.
La semana pasada hice una visita guiada a Olius, una iglesita que cerca de Solsona pero lejos de ningún pueblo y que tiene un cementerio modernista muy curioso.
Nos contaron que en esa época la gente de los pueblecitos cercanos salía el sabado de su casa para ir a misa y dormía al raso, el domingo llegaba a la iglesia, iba a misa, fiestecita y "negocios" y volvía el domingo por la noche, durmiendo al raso y llegando el… » ver todo el comentario
No se puede votar domingo porque religión, es decir, le estás dando más valor a una persona religiosa que a una que no lo es, porque a nadie le importa si al ateo le viene bien votar martes o no (que probablemente no le venga bien porque está trabajando).
Visto lo visto ...
Qué oportunidad perdida.