Willem Holleeder, el gánster autóctono más famoso de Holanda y uno de los cerebros del secuestro, en 1983, de Freddy Heineken, director de la cervecera, ha sido condenado a cadena perpetua por instigar cinco asesinatos entre 2002 y 2006, incluido el de su cuñado. “Sin escrúpulos e indiferente; movido por la ambición y el poder, y ajeno a la suerte de víctimas inocentes”, según el tribunal que lo ha sentenciado, Holleeder, de 61 años, dirigió la organización criminal que dominó los bajos fondos nacionales a principios de este siglo