¿Cómo fue, compartiste piso o mudaste a vivir solo/a? ¿O sigues viviendo en casa de tus padres? Choque cultural compartir piso, Comparto piso primera vez en España, Tips para la búsqueda de habitación (/compartir piso)

La edad media para emanciparse en España es de 30,3 años, una de las más altas de toda Europa. Pero tampoco se libran los que rozan los 40: muchos siguen compartiendo piso, incapaces de asumir los gastos que implica independizarse en muchos puntos de la geografía española. Es la maldición de ser eternamente jóvenes, jóvenes sin casa, sin perspectivas. Una maldición a la que apunta el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud, que señala que la tasa de emancipación juvenil es del 16,3%, la mitad de la media de ..

Esta chica comparte la conversación del propietario de una casa en Haifa con sus inquilinos. Resulta que tres personas comparten piso y a uno de ellos lo secuestró Hamas el pasado sábado. El casero les exige a los otros compañeros de piso que paguen la parte del secuestrado o que quiten sus pertenencias de allí para que puedan entrar otro inquilino en su habitación.

La demanda de habitaciones se dispara y los propietarios perfilan sus inmuebles para este mercado con el fin de esquivar futuras intervenciones como las límitaciones de subidas del 2% a los arrendamientos tradicionales. Hoy no es extraño que un casero pida una mensualidad de más de 600 euros por una estancia en un piso de tres habitaciones cuando se trata de zonas céntricas. Incluso aunque el inmueble sufra un notable deterioro. Un precio por el que se podría acceder a un alquiler completo en capitales de provincia más pequeñas.

La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), del total de 915 habitaciones en alquiler que hay en nuestra comunidad, apenas un ciento se encuentran en Santiago. A esta escasez se suma el precio medio por habitación, que ronda los 300€, concretamente 310€. Compartir piso hoy en la capital de Galicia tiene un coste medio superior al de ciudades con mayor número de habitantes como Ourense, A Coruña –300€– y Lugo –225€.

El Ayuntamiento y la Universidad impulsan un convenio con el que la ciudad colaborará para 'cruzar' datos y 'casar' a jóvenes con mayores.

San Sebastián ha desbancado a Barcelona en el último año como la ciudad española donde es más caro alquilar una habitación en un piso compartido, con 406 euros mensuales.Barcelona ocupa la segunda posición, con 395 euros mensuales, seguida de Palma de Mallorca, con 376 euros y de Madrid, con 370 euros, mientras que las ciudades españolas más baratas para compartir piso son Ciudad Real (183 euros mensuales); Jaén (188 euros); Palencia (203 euros); y Ávila y Albacete (216 euros ambas).

A los 29 años Alexandra Arispe tiene un trabajo fijo a jornada completa. Aún así, no le llega para poder vivir sola en una ciudad como Madrid y se ve abocada a compartir piso con dos desconocidas que conoció en una ‘app’

Hola amores!! En el vídeo de hoy os traigo mi experiencia en un piso de estudiantes. Espero que os guste guapetones

Compartir piso con amigos y la relajación de las medidas de confinamiento, que permite hacer más actividades al exterior, abre nuevas incógnitas sobre cómo debe ser la convivencia

En su pequeña sala de estar, María Luisa Prado les contaba a sus compañeras de piso sobre una mujer de 28 años "que también era un médico de familia como nosotros" que murió de coronavirus. Lourdes Ramos, quien comparte el apartamento en Madrid, dijo que se sentía "muy ansiosa" al comienzo del brote."Tengo tantas grietas en la piel de las manos de tanto lavármelas".

Las parejas tienden a pasar por una serie de etapas secuenciales que van consolidando el amor y la unión. No se debe a una necesidad de construir la relación en base a estándares sociales, sino a la necesidad de afianzarlo con pasos que llevan a una unión más avanzada, como es, en este caso, irse a vivir juntos.

Normalmente cuando empezamos con una búsqueda de piso, tratamos de buscar gente que encaje con nosotros, pero a veces es una tarea casi imposible. En el siguiente post proponen una serie de applicaciones para compartir piso de este 2019.

En tan sólo un año, la media de edad de los españoles que comparten o están buscando vivienda para compartir ha pasado de 29 años en 2018 a 34 años en 2019. El segmento de edad que más personas concentra es el comprendido entre los 25 y los 34 años, con un 39% del total. Le sigue el segmento comprendido entre 18 y 24 años, con un 25% del total, los comprendidos entre los 35 y los 44 años (15%), un 11% tiene entre 45 y 54 años y un 9% tiene entre 55 y 75 años.

El perfil de inquilino es mayoritariamente el de estudiantes universitarios o de máster, pero también hay un público importante y en continuo crecimiento de jóvenes profesionales y expatriados. "Recientemente también se está percibiendo que hay grupos de personas mayores o ancianos que están optando por esta fórmula frente a las residencias", añade.

Vivir en un piso compartido es una práctica cada vez más habitual, así lo refleja el último informe de Idealista, que revela que la búsqueda de habitaciones se ha incrementado en un 48% en los seis primeros meses de 2016. El precio ronda los 285 euros de media, si bien es cierto que hay diferencias muy dispares entre ciudades y comunidades autónomas.

A los Ingleses, por ejemplo, son los que más les molesta que les roben la comida, que sus compañeros vayan con invitados, que no cierren con llave o que no se haga limpieza. En cambio no les molesta tanto que la gente no sea nada sociable. A los Españoles, según los encuestados, aunque no lo parezca nos obsesiona la limpieza, no soportamos el desorden y valoramos más el silencio y la tranquilidad.

El gobierno esta incentivando los pisos compartidos como forma convivencia cívica, las posibilidades de reducción de gastos para los ciudadanos invita sobremanera a rescatar del pasado esta forma de vivir. Recuperamos una forma efectiva de vivir, nuestros abuelos ya experimentaron la escuela de compartir casa. No es sólo un ahorro diario en los gastos, implica una experiencia vital, desde la búsqueda de un piso y sus inquilinos, los nuevos compañeros de piso, una nueva familia elegida.

Después de vivir muchas cosas juntos, es normal que termine sucediendo esto. Habéis formado un núcleo muy íntimo, os habéis contado todos y cada uno de vuestros secretos pero habéis llegado a un límite un tanto peligroso. No se os puede olvidar que sois compañeros de piso y que si termináis teniendo un escarceo puede ser peligroso para ambos y que alguno tenga que abandonar la casa- sí, esta, no la de Gran Hermano- por la puerta de atrás.

Las redes sociales prometieron crear una intrincada red que nos acercara a todos, pero la ola de exposición llevó a una apertura demasiado grande que a mucha gente simplemente no le interesa. Después de una década de airear nuestros momentos más íntimos en público, el péndulo está volviendo atrás. La gente es más selectiva con sus comunidades y está volviendo a una forma de interactuar de la vieja escuela.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, prohibirá la transformación de locales comerciales en viviendas de uso turístico (VUT) y sí autorizará el paso de locales comerciales a residencia siempre que no estén en ejes comerciales.

La tendencia al alza ha provocado que la modalidad de que los hijos dependan por igual de los dos padres se haya disparado del 18% de los divorcios con hijos en 2013 hasta suponer el 48,4% durante el año pasado. Las custodias otorgadas a las madres fueron el 47,8% (quedaron, por tanto, por debajo) y a los padres en exclusiva, el 3,5%.

Por primera vez en la historia de España, el % de divorcios con hijos que acaban en custodia compartida ha superado al % que acaba en custodia de la madre, con todo lo que ello implica para el empleo de padres y madres. Hace apenas una década era un 76% vs 18%.

Okupan un #pisoturístico en el barrio con más #desahucios de todo #Bilbao ➡️ San Francisco ???? @AzTaldea

Fascinante historia de una mujer brasileña que montó un negocio alquilando cuentas falsas de gig economy (curros bajo demanda tipo uber) hechas con identidades robadas a trabajadores indocumentados.

El apartamento es un bajo que está ubicado entre la puerta del ascensor y la del mantenimiento. Tiene solo una ventana con rejas que da vistas al patio interior y un salón comedor que también hace de habitación principal. Esa es la planta baja. «Aquí tenemos un bonito sofá para tres», cuentan mientras se ríen porque no mide más de un metro de largo.

La Audiencia Provincial de Palma ha obligado a un hombre a compartir su vivienda con su exsuegra, una mujer anciana con discapacidad que necesita atención constante. El tribunal rechaza reconocer el derecho del hombre a usar la totalidad de la casa en la que se ha quedado residiendo la madre de su ex pareja a pesar de que ésta y el hijo menor común del matrimonio se hayan trasladado a vivir a otro inmueble. El acuerdo de divorcio incluía una cláusula que prohibía que nuevas parejas convivieran en dicha vivienda.

El piso turístico se ubica frente a las Casitas Rosas, el conjunto de bloques conocido por los vecinos del barrio como “el mercado de la droga”. Este foco de conflictividad lleva años siendo objeto de debate. Algunas voces reclaman el derribo casi completo de los bloques como solución drástica al problema del trapicheo y una degradación que durante demasiado tiempo ha amenazado con contagiar al resto de la Malva-rosa.

Uno de los grandes problemas de los jóvenes, y no tan jóvenes, es que no pueden permitirse vivir solos. Los precios son cada vez más restrictivos, y debido a la gentrificación, vivir en las grandes ciudades es prácticamente misión imposible. Aunque, un vendedor parece haber encontrado la medida perfecta.

Los vecinos de seis barrios madrileños se han organizado para plantarle cara al fondo buitre Azora y sus cláusulas abusivas. A través de su gestora Nestar, el tercer mayor casero de España asfixia a las familias alquiladas con subidas del alquiler que pueden ascender hasta los 700 euros al mes tras el trascurso de los tres primeros años de contrato. Los más de 900 afectados, lejos de ceder o amedrentarse, se han organizado en torno al Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid y han convocado una “huelga de alquileres”.

En un principio los investigadores consideraban que se podría tratar de un caso de suicidio, ya que no encontraron indicios criminales. Sin embargo, el análisis de varias pruebas encontradas en el balcón de la vivienda de la pareja así como la autopsia de la víctima señalan a un posible homicidio y que el sospechoso sería el presunto responsable. Se trata de la quinta mujer asesinada a manos de su pareja o expareja en Catalunya en lo que llevamos de año y la número 13 en toda España.

Imprescindible que no dé directamente hacia el estadio y que haya plaza de garaje en la finca con acceso directo a la vivienda. Si no, no se compra. Y menos, a 8.000€/m2

«El Tribunal Constitucional señaló en su Sentencia 94/1998, de 4 de mayo, que nos encontramos ante un derecho fundamental a la protección de datos por el que se garantiza a la persona el control sobre sus datos, cualesquiera datos personales, y sobre su uso y destino, para evitar el tráfico ilícito de los mismos o lesivo para la dignidad y los derechos de los afectados; de esta forma, el derecho a la protección de datos se configura como una facultad del ciudadano para oponerse a que determinados datos personales sean usados para fines distinto