Por cierto, hablando de pianistas excelentes y, a la vez, extraordianariamente sensuales -con permiso de mi admirada Yuja Wang– no puedo dejar de mencionar a la bellísima Lola Astanova. Nacida en Rusia, considerada una niña prodigio, con una formación musical del más alto nivel, la situación socioeconómica de su país natal la llevó a los Estados Unidos de América, donde se ha convertido en una pianista de fama internacional.