Las fruterías esconden la historia de la humanidad. Si una persona pide, por ejemplo, mandarinas, está utilizando una palabra acuñada por los comerciantes portugueses que se adentraron por el mar de la China Meridional en el siglo XVI. Para aquellos exploradores ibéricos, los mandarines eran los burócratas de la China imperial, formados bajo las enseñanzas de Confucio. Como vestían ropas anaranjadas, las frutas de ese color también recibieron el nombre de mandarinas. Sin embargo, la historia de las mandarinas empezó mucho antes, según relata el