El ataque es contra la vida, la familia natural, los heterosexuales, la libertad de expresión y de religión, los católicos, los cristianos, la raza blanca, la hispanidad, las mujeres no feministas, la propiedad privada y el capitalismo. Si esa es la naturaleza de las agresiones, la respuesta debe saber aglutinar a todos los aludidos, que debemos cerrar filas y enfrentar unidos al socialismo globalista y progresista. El aborto es un arma geopolítica que destruye los valores fundacionales de Occidente.