Si hay un personaje que, respetando más o menos la base de la que parte, ha tenido muchas y muy variadas versiones, ese es Dracula. Le hemos visto como vampiro asqueroso y repulsivo en Nosferatu, como noble intrigante con la cara de Bela Lugosi o Christopher Lee o como anciano de aspecto desagradable en Dracula de Bram Stoker. Pues también tuvo su versión ligona y romántica con las facciones de Frank Langella. Eso sí, sin dejar de ser sanguinario, que por eso es el vampiro de los vampiros...