El término “fodechinchos” lleva décadas en circulación en Galicia, haciendo referencia a esos turistas que llegan en verano con comportamientos poco considerados. Este año el concepto fue muy comentando en toda España a raíz de la decisión de un bar de Oleiros de no atender a “fodechinchos” y ahora ha dado un paso más allá: la prensa internacional también se ha interesado por esta palabra, que traduce como “fish thieves”, esto es, “ladrones de pescado”.
Dejaron un comentario negativo en la página del alojamiento quejándose del animal. Todo ha ocurrido en Casa Elvira, una casa rural ubicada en el municipio ourensano de San Amaro. Este fin de semana, una pareja ha dejado una reseña en la página de Booking del establecimiento en la que se quejaban de que habían tenido que abandonar el lugar a la segunda noche porque había un gallo en los alrededores que les impedía descansar.
A cada tradición local corresponde en muchas ocasiones una apostilla con el pues en Madrid esto o pues en Madrid lo otro. El mejor antídoto a esta actitud lleva siglos desarrollándose en Galicia. Es un arte marcial propio, conocido con el nombre de retranca, y que consiste, como en el aikido japonés, en aprovecharse del impulso del ataque del contrincante para desequilibrarle.
Ocho comensales se sientan en la mesa, el camarero se dispone a tomar nota de lo que desean comer y alguien responde "queremos menú del día, el primer plato para cuatro de nosotros y el segundo para los que restan
Ayer terminaron las vacaciones del bar Puerto Martina de Mera, en Oleiros, que dieron la vuelta a España. Hoy han vuelto al trabajo con un cartel con el objetivo de espantar a los turistas irrespetuosos: "Esta usted entrando en un espacio libre de fodechinchos"
La 'madrileñofobia', como la 'catalanofobia', es un ingrediente jugoso para los gobernantes, capaces de exprimirlo hasta convertirlo en el victimismo más falaz y quejumbroso, pero no debería ser un ingrediente jugoso para los ciudadanos
El periodista y profesor de la USC, Antón Losada, compartió un simpático vídeo que se ha hecho viral en las redes. "Aquí estamos, para clarificar el concepto que este verano ha generado la polémica, el concepto 'fodechincho", comienza diciendo. A continuación, y en un claro tono de humor, Losada da las claves por las que se puede encasillar a un turista en esta categoría: "Es aquel al que los vigilantes le dicen que no se meta en ese mar porque la marea está baja y tira para afuera y te puede llevar, pero se meten igual.”
Usuarios resentidos con el local puntúan con una estrella la calidad del mismo para bajar su reputación en Internet. Mientras tanto, decenas de gallegos intentan contrarrestar el golpe con comentarios positivos
La manía de querer llegar con el coche lo más cerca de la playa posible le ha jugado una mala pasada a una familia en Bueu. Una jornada apacible de playa se ha saldado con una familia de turistas atrapada en Lapamán, con el coche enterrado en medio del arenal.
Esta es nuestra guía para evitar que los gallegos te señalemos como un fodechincho y para que seas consciente de si debes corregir alguna de tus actitudes
Hace poco, el periódico británico The Times escogió Vigo como la ciudad de moda de España; un lugar con buena gastronomía, naturaleza cercana y termóme...
La palabra "Fodechinchos" surgió en Cangas do Morrazo (La villa frente a Vigo, al otro lado de la ría) en los años 70'. Es una palabra que recuerdo desde niño, usada especialmente en verano y en ambiente de playa. Surgió como una forma de calificar a los turistas con un término que solo nosotros pudiésemos entender y a ellos confundiera.
La demanda insistente de un pequeño desde el público e la respuesta de la artista deija un momento ya «histórico» en la Festa Folk na Fin do Camiño, en Fisterra.
Video de Twitter donde se explica lo ocurrido en un restaurante gallego al preguntar unos comensales dudas sobre el mar de Ardora a uno de los camareros.
Grave suceso esta madrugada en el centro urbano de Sanxenxo cuando cuatro jóvenes resultaron heridos, uno muy grave, según informó el Concello, al caerse de un balcón de un edificio desde un primer piso. El suceso ocurrió en una vivienda de la rúa Madrid, una de las vías que comunica la carretera PO-308 con Silgar. El accidente se produjo cuando cedió la barandilla del balcón en la que estaban apoyados y se precipitaron por un patio de luces. Los cuatro son vecinos de Madrid y tienen 18 y 19 años.
Tripadvisor, Google y otras plataformas se han convertido casi en un must cuando te vas de viaje [...] El caso es que este turista fue hace unos meses a A Coruña. Pero le coincidió un mal día. Y su comentario no dejó a nadie indiferente. "Una vergüenza de sitio. Hacía un día buenísimo en toda la ciudad excepto en el faro donde no se veía a más de 20 metros por la niebla. Una desilusión total, no sé quién se encarga de eso pero deberían solucionarlo de inmediato", sentenció.
A algunas personas que visitan Galicia no les gusta que el mar tenga algas, que haya carteles en gallego o que las gaviotas sean unas "asesinas". En Twitter han recopilado todas esas críticas en una divertida cuenta que está gozando de gran éxito en las últimas semanas
Hasta allí acudió una patrulla de la Guardia Civil. Nadie logró contactar con el propietario y se vieron obligados a 'rescatar' con una cuerda al vehículo de la marea para que no se echase a navegar en medio de la ría. En otros intentos desesperados por recuperarlo, un marinero se acercó al coche con su chalana para intentar poner remedio, sin éxito. Incluso un grupo de jóvenes adolescentes su pusieron a tirar de una cuerda como si estuviesen jugando a la soga antes de que llegase una grúa.
En esta vida no hay nada peor que la gente que se pasa de lista incluso en lugares que desconoce y a los que no están acostumbradas. El caso es que un coche de un turista ha terminado medio sumergido en el muelle gallego de Panxón, en Nigrán, después de que el dueño asegurará de que “en el Manzanares no sube la marea”
Tampoco les miento si les cuento que una señora explicaba a sus hijos ante un expositor de un bar de Santiago: «Veis, eso no son nécoras, en Madrid son rojas».