José Bono, siendo presidente de Castilla-La Mancha, plantó cara al ministro entonces de Defensa, Narcís Serra, a cuenta de Cabañeros, una reserva ecológica que el Ejército pretendía transformar en campo de tiro. La batalla la ganó Bono y el campo de tiro se instaló finalmente en Anchuras, también territorio castellano-manchego. Años más tarde, Bono se enfrentó a Josep Borrell, ministro de Obras Públicas, para evitar que la autovía cruzara las Hoces del Cabriel.