El barómetro del CIS del mes de julio, en relación a las creencias en España, reflejaba que un 52,9% se declaraba católico (sólo un 19,2% practicante), mientras que un 43,5% se declaraba agnóstico (15,2%), indiferente, no creyente (12,1%) o ateo (16,2%). Pero si nos centramos por edades, encontramos que sólo tres de cada diez jóvenes se declaran católicos: solo el 37% de menores de 25 años y el 31% de menores de 35. Hace diez años, en 2013, este porcentaje ascendía hasta el 45 % para los menores de 25 y hasta el 59% para los de menos de 35.