Lo que en otro tiempo fueron los tornos de los conventos, hoy se ha convertido en tecnificados buzones para dejar bebés en Alemania. "Babywiege", reza un cartel que conduce a un discreto camino al final del cual se encuentra una de estas cunas inteligentes que, en cuanto reciben un cuerpecito en su interior, automáticamente encienden un sistema de calefacción y activan una alarma que alerta, por ejemplo, al personal del Hospital Waldfriede, que acude rápidamente a recoger al niño y proceder a los exámenes médicos correspondientes.