En la región mediterránea, el arrope es bastante más antiguo que el azúcar de caña, introducida por los árabes a partir del siglo VIII. Nosotros lo conocemos por su nombre árabe, pero los tratados agronómicos de época romana y el recetario de Apicio (siglo I) se refieren a él como 'defrutum', jarabe obtenido de la cocción del mosto de uva sin fermentar, al que se le daban diversos usos, desde la conservación de alimentos (por su elevado contenido en azúcar), al endulzado de mostos y vinos o la elaboración de salsas.