El gran problema actual de la física fundamental es descubrir la teoría cuántica de la gravitación. Por desgracia, la escala de energías en la que la Naturaleza muestra efectos cuánticos gravitacionales está más allá de lo explorable con experimentos o con observaciones, no solo en este siglo XXI, sino, quizás, incluso en este tercer milenio. Como resultado, incluso si mañana se descubre la versión definitiva de dicha teoría, no podremos saber si es correcta, si describe de forma correcta la Naturaleza.