Hay una discusión económica tan vieja como el tiempo, la que enfrenta a los liberales contra los intervencionistas. Desde la caída del muro de Berlín, las subvenciones están vistas como regalos innecesarios, como inventos bolcheviques. Y sin embargo, se siguen concediendo en todos los países. Aun así, en España la intervención del Gobierno está bajo mínimos. En el año 2014 se inyectaron 3.196,53 millones de euros públicos en la economía, lo que supuso un 0,31% sobre el total del PIB de ese año: menos de la mitad que la media comunitaria.