(Entrevista) Sólo un tecnócrata como él podría afrontar una crisis histórica como ésta con una frialdad inusitada, acaso demasiada a juicio de sus críticos. Pedro Solbes, vicepresidente segundo y responsable económico del Gobierno, ha hecho de su credibilidad una virtud para que sus palabras, pese a no contener grandes remedios, transmitan una relativa tranquilidad. Sobre el futuro, ve «difícil» saber cuándo volverá a crecer el PIB a un ritmo claro porque «las hipótesis pueden cambiar»