El 14 de febrero de 1990 la Voyager abandonó los extramuros del sistema solar, pero antes apuntó a sus cámaras para grabar lo que dejaba atrás: el Sol y los planetas que giran a su alrededor. En realidad, Mercurio estaba demasiado cerca del Sol para verse con claridad, Marte era como una luna creciente y Plutón era demasiado tenue. Pero sí aparecían con claridad Neptuno, Urano, Saturno, Júpiter, la Tierra y Venus en lo que constituyó el primer "retrato familiar" de los planetas en torno al Sol. La foto
3.ly/SrBn