Aquella noche, la pequeña morocha de 15 años caminaba con su amiga, Florencia, por la ciclovía de Ampliación Residencial América, en la ciudad de Córdoba. De pronto, se toparon con un muchacho que caminaba rápido. No lo habían visto nunca. Tras golpear a Yamila, el sujeto salió corriendo. La chica alcanzó a dar unos pasos hasta que dijo: “Me quedo sin aire”, mientras caía al suelo y se quedaba pálida.