El arquitecto de Osiris, de Camps, de Jaume Matas y Rita Barberá se llama Santiago Calatrava y a estas alturas nadie sabe si es un genio o un fallero. El artista oficial del despilfarro no sólo ha lanzado sus mascletás arquitectónicas en Valencia, sino en las principales ciudades del mundo. Incluso llegó a diseñar un puente en Venecia desde el que lo maldicen todos los días los abuelos que se rompen la crisma. Tengo claro que Santiago Calatrava es un ingenio de la pirotecnia pompier, un manierista de fortuna o, por lo menos, un cerebro en...