En España, a día de hoy, existe un fenómeno, que augura pocas esperanzas. Mientras que nuestro país es el primero en adopciones, está a la cola en acogidas y adopciones para niños con dificultades especiales, como es el caso de nuestros pequeños protagonistas. Estos niños invisibles, con mayor necesidad de encontrar familia, y paradójicamente, menos opciones de llegar a ellas.