Con frecuencia podemos escuchar o leer de diversos economistas, en su mayoría de sesgo liberal radical, que el Estado es "enorme”, “mastodóntico” o que “acapara más del 50% del PIB”. Algunos de ellos llegan a afirmar, basándose en estos datos, que España es, 'de facto', un Estado socialista. Lo afirman sin el menor rubor, a pesar de que en la experiencia diaria de cualquier persona la inmensa mayoría de lo que consume transcurre en un circuito en su gran mayoría privado.