Los plátanos de hoy en día no son para nada como los que existían hace cientos de años. Tampoco los melocotones, las sandías o el maíz. Las versiones actuales tienen mucha más azúcar y eso está empezando a causar problemas de salud a los animales en cautividad, concretamente caries y obesidad, a diferencia se sus variedades silvestres con menos azúcar y más fibra. El Zoológico de Melbourne es uno de los centros que ha anunciado su intención de controlar la cantidad de fruta cultivada por el hombre que se suministra a determinados animales.

En el otoño, muchas de estas plantas aprovechan para ofrecer sus frutos maduros, muy apreciados por los animales, pero también en muchas ocasiones por el hombre, ya que muchos de ellos tienen sabores muy agradables.

Científicos forestales liberaron 800 mil avispas para intentar controlar una plaga de escarabajos en el mayor bosque de frutos silvestres de Asia, ubicado en la región autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China. El área abarca nueve mil 600 hectáreas y está situada en el Monte Tianshan a lo largo del río Ili, donde existe una gran variedad de árboles de manzana, especie vegetal atacada por los referidos insectos. Se trata de la cuarta vez que es empleado este tipo de control biológico de plagas y la medida hasta ahora ha demostrado ser...

En Inglaterra el verano ya se aproxima, y ver en los puestos de fruta las rojas y jugosas fresas es señal de que el sol calentará pronto en el país.Pero esta vez los ingleses no solo tendrán a esta fruta en ese color, las fresas podrán ser tan blancas como la crema de leche, después de una variedad que ya se ha puesto a la venta en dicho país.La piñafresa combina la forma y la textura de una fresa con un sabor y un aroma más cercano a la piña. ¿Pero es realmente rica? El sabor de esta fresa pálida con puntitos rojos es diferente.

Cerca del 90% de los ancestros silvestres de los frutales han sido destruidos. La lista roja de Asia Central identifica 44 especies frutales y nogales que corren riesgo de extinción en Kirguistán, Kazajastán, Uzbekistán, Turkmenistán y Tajikistán, entre las que se incluyen manzanas, ciruelas, cerezas, duraznos y nueces. "Pero estos países no tienen los recursos suficientes para conservar sus valiosos árboles" dice Antonia Eastwood de Fauna & Flora. Más: www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2009/05/090509_0746_frutales_lp

Con lo que le gusta la fruta a la presidenta @IdiazAyuso ayer tocó fruta podrida para los residentes

Una empresa de alimentación aragonesa ha utilizado este eslogan durante este verano en sus establecimientos y un particular recurrió al órgano de autorregulación publicitaria porque consideraba que la promoción podía ser ilícita. En su dictamen, el Jurado de la Publicidad argumenta que “me gusta la fruta” es "una frase hecha de uso cotidiano y común de las que abundan en muchos idiomas" y añade que si bien "es cierto que esta frase ha sido utilizada con un significado distinto del habitual en el contexto de la disputa política"

Cuentan que, en cierta ocasión, uno de los leones del Congreso se jubiló y fue sustituido por otro más lozano. El león inexperto llegó a primera hora y, al tomar su sitio en la escalinata, comenzó a estuchar un lejano rumor de voces que parecían provenir del hemiciclo: «¡Ladrón, corrupto, desleal, fascista, felón, gánster, gilipollas, incompetente, inepto, mediocre, mentiroso, tirano, traidor…!» y, atónito, preguntó al veterano: «¿Ya se están peleando?». A lo que el otro respondió: «Tranquilo, solo están pasando lista».

A primera vista, parece un simple tomate. Pero, en realidad, es más que eso, o -al menos- esa es la intención. El 'tomafrán' es una nueva planta de la que brotan tomates con genes de azafrán, que servirá para luchar contra el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. ¿Cómo es esto posible? La respuesta está en el azafrán. Esta pequeña planta goza de múltiples propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que ayudan a prevenir y a tratar este tipo de enfermedades. De hecho, hay diversos estudios que prueban su eficacia en tratamientos.

La foto de Alfonso Serrano y Miguel Ángel Rodríguez con un 'me gusta la fruta' enciende a los tuiteros, que piden mayor altura política

Puede parecer una excentricidad más de los nuevos ricos chinos y norteamericanos. De hecho, lo es. Pero también es mucho más, un nuevo mercado de frutas de superlujo que está dejando a muchos completamente fuera de juego.

“Me gusta la fruta” es una de las citas de Isabel Díaz Ayuso y que quedará para la posteridad juntos a las de otros ilustres como Oscar Wilde o Gandhi. Sin embargo dicha frase podría no ser del todo cierta si nos ceñimos a los hechos ocurridos en un restaurante chino de Madrid.

Descubre las infinitas maravillas del mundo natural, un reino que continuamente sorprende y cautiva con su incomparable belleza y extraordinarias maravillas. Desde rompedores paisajes hasta la encantadora vida silvestre, la naturaleza revela un tapiz de fascinantes espectáculos. Todas las fotografías están vinculadas y conducen a las fuentes de las que fueron tomadas.

Ayuso ha vuelto a llamar hijo de puta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Vendedor de fruta Bangladesí protegiendo sus uvas de los pasajeros del tren.

La actriz también ha querido extenderle una recomendación a la mandataria madrileña: "Lee, Ayuso, lee y deja de actuar como una niña pequeña".

El higo es demasiado corto, debe ser al menos de 50 caracteres.

El higo no es una fruta sino una flor invertida | Mercado Central Contrariamente a lo que uno puede pensar, el higo en realidad es una flor invertida y lo que se consume es el receptáculo carnoso de la flor, mientras que el verdadero fruto de la higuera es el aquenio, que son “esas semillitas que al comer los higos notamos contra el paladar”, aseguró el Ing. Agr. Hugo Lauro, Jefe del Departamento de Inspección de la Gerencia de Calidad y Tecnología del Mercado Central de Buenos Aires.

No dirán, ni han dicho nada de los insultos que ella ha convertido en slogan. Llevan años construyendo un icono a partir de una persona mediocre y sin formación. No pueden permitirse una mínima coherencia con lo que nos reclaman a otros. Porque el icono se les destruye.