Ni Coca-Cola, ni zumos, ni cerveza, ni leche, ni vino, ni ninguna otra bebida elaborada o recolectada por el hombre que se te pueda pasar la cabeza, así lleve o no alcohol, sea hiper azucarada o incluya un aporte rico en sales minerales. Cuando de bebidas envasadas se trata es difícil encontrar un rival para el agua. Exacto, el H2O, el mismo líquido cristalino que cae del cielo durante las borrascas, fluye por nuestros manantiales y mana a chorro del grifo de la cocina cuando tiras de la manilla.