No voy a hablar demasiado de las majaderías que ha soltado la sotana mayor de Córdoba. Por una parte, porque otros lo han hecho ya, y mejor que yo. Por otra, mi interés se centra en el término que ha empleado esa caricatura de hombre, cuya sesera y pene presupongo mohosos y tumefactos. El mío no es interés morboso sino caritativo. Sólo quiero ayudar a la Santa Madre Iglesia porque la homilía del mitrado muestra lo mal que entiende la clerecía los placeres de la vida.
Fornicio, dice. Valiente majadero. [Relacionada:
menea.me/w334 ]