"¿Cómo vas a firmar, hijo? Si firmas, nos matas, es nuestra muerte social”. “Aguanta. No hemos luchado tantos años para dejarlo ahora”. “En casa estamos bien, no te preocupes, no hace falta que vengas. Aguanta”. Son tres mensajes que dos padres y la esposa de otros tantos presos etarras encarcelados en el centro y sur de España les han susurrado a sus familiares, todos varones, entre 30 y 40 años, en los vis a vis a los que tienen derecho. Todos estos mensajes han sido grabados por orden judicial y están en poder de los servicios de información