El Gobierno de centroderecha de Portugal va a endurecer las reglas para la entrada de inmigrantes y pondrá fin al régimen que permitía a los extranjeros llegar al país y después solicitar su residencia, aunque se darán más facilidades a los ciudadanos de países de lengua portuguesa. "Ni puertas cerradas, ni puertas abiertas totalmente", dijo el primer ministro, Luís Montenegro, durante la presentación del nuevo Plan para las Migraciones, realizada este lunes en Oeiras (afueras de Lisboa) junto al ministro de Presidencia, António Leitão Amaro.