La expulsión del cabo Santos del ejército es un fracaso democrático. Todo por señalar públicamente que Generales, Almirantes, Jefes y Oficiales, Suboficiales y Tropa - estas dos últimas escalas en un número insignificante- de los dos Ejércitos y de la Armada, retirados o en la reserva, faltaban a su compromiso con la Constitución y con su país, al ensalzar públicamente a Francisco Franco Bahamonde.