Haile Gebrselassie, para muchos el mejor fondista de todos los tiempos, con dos medallas de oro olímpicas y cuatro títulos mundiales en 10.000 metros, además del plusmarquista mundial de maratón, ha puesto inesperado fin a su carrera tras abandonar, lesionado, el maratón de Nueva York. Con él se va la sonrisa del atletismo, un hombre de 1,63 metros de estatura, 55 kilos de peso y unas desproporcionadas largas piernas que -se bromea en los ambientes atléticos- le cuelgan directamente de las axilas.