Según parece, llevar y utilizar un "palo para selfies" es algo ridículo, inútil, digno de seres asociales y egocéntricos. En cambio tener un móvil conectado en el bolsillo, estar continuamente localizado y localizable, pasarse horas comentando de forma anónima en internet junto a desconocidos o pensar que nuestra opinión sobre algo es tan importante que todo el mundo debería conocerla y por eso la publicamos online, no.