En una España, donde la izquierda reniega de su propio país, y hace suyos los argumentos del separatismo, y donde la derecha se entrega a los horizontes del globalismo, al tiempo que tanto unos como otros “rinden pleitesía” a los paradigmas de la posmodernidad, el pensamiento de Santiago Armesilla confrontando a ambos y poniéndolos en su sitio, resulta reconfortante… Y lo hace desde la izquierda, desde el patriotismo, y con una tremenda solidez argumental y ambición intelectual.