En la pugna mediática, sin embargo, en el reflejo en los medios, tenemos percances. Los independentistas han logrado, apoyándose en gruesas falsedades, una cierta simpatía hacia sus reclamaciones. Buen ejemplo es la prensa de Estados Unidos y Gran Bretaña. A menudo, sus diarios, en papel e internet, aceptan argumentos separatistas que encontrarían inadmisibles en un caso semejante en su país. Un articulista estadounidense vería demencial que parte de la población de Texas quisiera separarse. Abogaría porque el gobierno enviara tropas para…