Seismos de una magnitud excepcional, como el que sacudió la costa este de Japón el pasado 11 de marzo, pueden sacudir en diferentes puntos del globo pese a que no se conozcan precedentes históricos, advierte un estudio japonés. Hasta el 11 de marzo, sismos de una magnitud superior a 9,0 sólo se habían registrado en algunas regiones: Chile, Alaska, Kamtchatka y Sumatra. Ningún indicio hacía prever que un terremoto de tal magnitud pudiera producirse en la fosa japonesa, salvo uno ocurrido en el año 869, pero mal documentado.