México, Brasil y El Salvador destacan negativamente como los países con más altos índices de feminicidios y abuso sexual en Latinoamérica. En 1994, los países de las Américas adoptaron la Convención de Belém do Pará, formalizando la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos. Desde entonces, Brasil, El Salvador y México han aprobado leyes que penalizan el feminicidio y el abuso doméstico. “Sin embargo, en toda la región, muchos casos de feminicidio y violencia contra mujeres y niñas quedan impunes”.