Ratas, piojos, cucarachas, zorros, buitres... son algunos de los animales que los nazis usaban para definir a los judíos. Pero más allá de lo evidente, utilizaron otras palabras para deshumanizarlos. Ahora, el análisis lingüístico de decenas de discursos, artículos, panfletos o póster muestra cómo el proceso de deshumanización iniciado por el nazismo antes de llegar al poder se fue modulando: en los años previos al Holocausto, el judío era representado como un ser incapaz de tener sentimientos humanos.