El grupo se basaba en la relación, demasiado arquetípica para ser verdad, de dos amigos de la infancia. En un rincón, Q-Tip, The Abstract, el líder carismático, rimador intelectual y fino buscador de samplers en polvorientos discos, que hizo una labor de transmisor del jazz comparable a la de Bob Dylan con la música vernácula americana. En la otra esquina, con su metro sesenta, Phife Dawg, el colega acomplejado, un rapero de registro agudo, disperso y brillante, más interesado en los partidos de los Knicks que se celebraban [...]