La polémica estriba principalmente en el estilo y el lenguaje utilizado en los mensajes que acompañan el diseño de estos artículos, que es el propio de la marca y que emplea expresiones como 'Busco relación como un cuento de hadas pero si me toca una peli porno tampoco me quejo', 'Necesito un mensaje de ánimo... y una cerveza (y follar también)', 'Para no ser músico tocas muy bien los cojones' o 'Quiero un hombre que me apoye en todo, en la mesa, en la lavadora, en el coche, en la pared, absolutamente en todo'.