No hay nada más evidente que nuestra experiencia consciente. Sin embargo, sigue siendo uno de los problemas más intrigantes de la ciencia contemporánea. Cada día, al despertar, se despliega ante nosotros un mundo pleno de objetos, colores, olores, sonidos, sabores, dolores, pensamientos, recuerdos y muchas otras experiencias mentales. Es el resultado de nuestra actividad consciente, que cada uno de nosotros sentimos como una impresión subjetiva, interna y privada.