“Todos, mujeres, inmigrantes, vecinos – o simplemente ciudadanos – sufrimos los ataques en tanto que trabajadores (o potenciales trabajadores) y miembros de una comunidad cuyos más elementales mecanismos de solidaridad y funcionamiento están siendo desmantelados. Por eso, además de no acudir a nuestro centro de trabajo el próximo 14 de noviembre, tampoco abriremos nuestra tienda, no consumiremos, nos esforzaremos para hacer el mínimo gasto energético posible, no sacaremos dinero de los cajeros automáticos, haremos piquetes vecinales..."