Desde que los últimos astronautas del programa Apolo fueron a la Luna en 1972, ningún humano ha vuelto a pisarla, pero las muestras que trajeron de nuestro satélite siguen siendo estudiadas y ofreciendo nuevos datos, como los que ha revelado un equipo de científicos este lunes. Un nuevo análisis del polvo que recogieron los astronautas Eugene Cernan y Harrison Schmitt durante la última misión que exploró la Luna, la Apolo 17, ha envejecido a nuestro satélite en 40 millones de años.