Cese disciplinario. La empleada, pescadera, no atendió la orden de su responsable para que se colocase bien la mascarilla y se encaró con la clienta que se lo había recriminado. La trabajadora, que presentó demanda solicitando la declaración de improcedencia, debe encuadrarse dentro de las faltas muy graves. Ello, explica el texto, porque "se encontraba prestando servicios con un producto no envasado, el pescado, por lo que las normas de prevención de riesgos laborales le obligaba.