Las grandes fortunas del mundo tienen que pagar más impuestos. Es lo que defiende Brasil desde la presidencia del G-20, y este viernes, los 20 países más ricos del mundo dieron un paso adelante, aunque tímido, en esa dirección. Tras dos días reunidos en Río de Janeiro, los ministros de Finanzas del grupo lograron el consenso necesario para afirmar que la evasión fiscal de los megaricos es un problema que hay que combatir.