La población debe ser engañada para que consienta o, por lo menos, no se oponga a la guerra. Ahora, para hacerse una idea de lo que ocurre en Ucrania, una “invasión no provocada” que, según el discurso oficial, se inició el 24 de febrero y carece de un cuarto de siglo de antecedentes, hay que salirse de los medios de comunicación oficiales y establecidos, explorar en los alternativos, en la propaganda rusa y demás, y pese a esta yincana, no siempre puede uno hacerse una idea clara de lo que ocurre. [Por Rafael Poch]